El senador Cory Booker, visiblemente cansado pero aún erguido ante un atril en el Senado, se encontraba inmerso en su segundo día de discurso criticando a la administración Trump el martes, una demostración de resistencia física y oratoria que esperaba que pusiera de relieve lo que llamó una «crisis» que enfrenta Estados Unidos bajo el presidente Trump.
El Sr. Booker, demócrata por Nueva Jersey, comenzó a hablar a las 7 p. m. del lunes y seguía hablando más de 22 horas después, criticando duramente los recortes de la administración Trump a los servicios gubernamentales y su represión contra los inmigrantes.
«Esto no es de derecha o izquierda, es correcto o incorrecto», dijo el Sr. Booker el martes por la tarde, con la voz aún firme. «Este no es un momento partidista, es un momento moral. ¿Cuál es su postura?»
El discurso formó parte de un esfuerzo de los demócratas por retomar la iniciativa y oponerse con mayor firmeza al presidente Trump. El Sr. Booker dividió sus comentarios en secciones centradas en un aspecto de las políticas de la administración, entre ellas la atención médica, la educación, la inmigración y la seguridad nacional.
