Giannis Antetokounmpo, en su novena participación en playoffs con Milwaukee Bucks
Apenas cuatro años después, solo cuatro años después, Giannis ve cómo su equipo fracasa una vez más. Eliminado en la primera ronda de los playoffs de la Conferencia Este 4-1 por Indiana Pacers.
El vergonzoso cierre del Juego 5, en el Gainbridge Fieldhouse de Indianápolis, debe ser el punto final de Antetokounmpo en los Bucks. El partido se les escapó dos veces. Y la frustración se transformó en empujones con los rivales y en una discusión del griego cara a cara con el padre de Tyrese Haliburton. La imagen del adiós.
Los Bucks se despidieron en semifinales de Conferencia en 2022 contra Boston Celtics y en la primera ronda en 2023 frente a Miami Heat, con un par de ausencias de Giannis por dolores en la espalda.
«No es un fracaso; son pasos hacia el éxito», dijo Antetokounmpo ante una pregunta en la conferencia de prensa posterior a la eliminación en el quinto partido contra el Heat. «Siempre hay pasos. Michael Jordan jugó 15 años y ganó seis campeonatos. ¿Los otros nueve años fueron un fracaso? ¿Eso es lo que me estás diciendo?», agregó Giannis.
No le gustó la referencia al fracaso por parte del periodista.
Dice la Real Academia Española que fracasar es que se frustre una pretensión o un proyecto.
Eso es lo que les ocurrió a los Bucks cuatro años seguidos, ya que apuntaban a llegar más lejos en la postemporada y no lo lograron.
En 2024, los Bucks perdieron nuevamente en la primera ronda de los playoffs, ante los Pacers, sin el griego por una lesión en la pantorrilla izquierda.
Y en 2025, lo dicho: Indiana fue su primer y único rival en las series de eliminación directa.
Antetokounmpo recibió, se adueñó de la pelota, soportó la doble marca, giró, tiró y falló. El quinto juego se fue a tiempo suplementario cuando segundos antes los Bucks tuvieron el partido en las manos, pero el griego falló un tiro libre clave.
En la prórroga, Milwaukee sacó una ventaja de 7 a falta de 40 segundos y se encaminaba a extender la serie. Pero no. Otra vez la debacle. Sin ideas, sin carácter, sin respuestas. Andrew Nembhard, con un triple, y Haliburton, con un dos más uno, achicaron a la mínima distancia. A Gary Trent se le escapó insólitamente la pelota de las manos. Haliburton se hizo cargo de la última ofensiva de los Pacers, atacó a Giannis en el uno contra uno y no falló. No había más tiempo. Victoria 119-118 para Indiana. No había otra manera para que terminara otra decepcionante campaña de los Bucks.
Antetokounmpo se lució en el juego de despedida de la temporada: 30 puntos, 20 rebotes, 13 asistencias, 2 robos y 2 tapones. No alcanzó.
En los cuatro partidos anteriores de la serie, Giannis también brilló: convirtió 135 puntos, líder en el rubro en estos playoffs e igualó Kareem Abdul-Jabbar, en 1970, como el máximo anotador de la historia de los Bucks en los primeros cuatro encuentros de una eliminatoria. Pero su aporte no fue suficiente.
Los Bucks se despidieron pronto.
Antes, en 2021, Giannis no solo era el mejor sino que sus compañeros lo rodeaban bien. O, a veces, alcanzaba con los unipersonales del griego.
Desde entonces, ya no. Antetokounmpo promedió 30 o más puntos por partido en cada una de las últimas tres temporadas, pero Milwaukee no ganó ni una serie de playoffs. Solo dos jugadores habían registrado esos números con esa consecuencia negativa en postemporada: Oscar Robertson, entre 1964 y 1967 y Adrian Dantley, entre 1980 y 1983.
De la gloria al fracaso en un abrir y cerrar de ojos. Esto es efímero, Giannis.