Boston terminó con 61-21, segundo en el este, y buscan ser el primer campeón que repite su corona, desde que los Golden State Warriors lo hicieran en 2017 y 2018
Los Boston Celtics arrancan el sábado los playoffs con fuertes aspiraciones de revalidar el título de la NBA, lo que ningún campeón logra desde 2018, frente a los potentes Cavaliers y Thunder y a los enigmáticos Lakers de Doncic y LeBron James.
Los Celtics lanzan su asalto con el mismo grupo de figuras que conquistó el decimoctavo anillo de la franquicia, rompiendo el empate que mantenían con los Lakers.
El equipo que lidera Jayson Tatum se mostró sólido en la fase regular con 61 victorias y 21 derrotas, y concluyó en la segunda posición de la Conferencia Este sólo por detrás de los Cleveland Cavaliers (64-18).
Los Orlando Magic (41-41) de los jóvenes Paolo Banchero y Franz Wagner serán el primer obstáculo de unos Celtics que se quieren sacudir la presión de repetir triunfo, un éxito que nadie consigue desde los Golden State Warriors de Stephen Curry y Kevin Durant en 2018.
«No defendemos nuestro título, sólo intentamos ganar otro y hacer historia», recalcó el pívot letón.
Una de las pocas notas de incertidumbre en los rocosos Celtics será la disponibilidad del escolta Jaylen Brown, ganador del premio MVP (Jugador Más Valioso) de las pasadas Finales, que recientemente recibió inyecciones para manejar sus problemas de rodilla.
Oklahoma y Cleveland, nuevos terrores
Con Boston preparado para las eliminatorias, los dominadores de la temporada regular fueron los Oklahoma City Thunder y los Cleveland Cavaliers.
Oklahoma City ya lideró el Oeste el año pasado para después tropezar por sorpresa en las semifinales de conferencia ante los Mavericks que entonces comandaba Luka Doncic.
Esta campaña, sin embargo, han dado otro paso adelante al lograr el mejor balance de la liga (68-14) de la mano de un Shai Gilgeous-Alexander que es firme candidato a ganar su primer premio MVP.
Ejemplo de reconstrucción de franquicia, los Thunder no se conforman con menos que regresar a las Finales, que no pisan desde que en 2012 tenían en sus filas a Durant, Russell Westbrook y James Harden.
Con el canadiense Gilgeous-Alexander como eje absoluto del ataque, el joven entrenador Mark Daigneault ha construido una fortaleza defensiva gracias a la versatilidad de Chet Holmgren e Isaiah Hartenstein, dos pívots que superan los 2,13m de altura.
Los Cavaliers, de su lado, dieron un salto aún mayor de la mano de su nuevo entrenador, Kenny Atkinson, hasta llegar como primer sembrado del Este a la postemporada.
Cleveland tiene figuras de calibre All-Star en todas las posiciones, con el base Darius Garland dirigiendo el juego, el escolta Donovan Mitchell anotando desde el perímetro y los pívots Evan Mobley y Jarrett Allen sembrando el terror en la pintura.
