Hasta su expulsión, Luka Doncic había acumulado 23 puntos para los Lakers
El ambiente en el Paycom Center cambió en un instante. Faltaban 7:40 minutos para el final del partido y los Lakers ganaban por un punto contra Oklahoma City Thunder, cuando Luka Doncic fue expulsado por doble falta técnica tras gritar en dirección a un aficionado. Según él, el comentario no fue para el árbitro. Poco importó: se fue directo al vestidor y, con él, se esfumó la mejor versión de los angelinos.
Los Thunder, el equipo con mejor récord en la NBA, aprovecharon el momento con sangre fría. Liderados por un Shai Gilgeous Alexander imparable —42 puntos, seis rebotes y seis asistencia aplicaron un parcial letal de 24-8 tras la salida del esloveno. El golpe fue brutal.
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Oklahoma City acabó arrollando a los Lakers 136-120 en un duelo que, hasta entonces, se perfilaba parejo.
La actuación de Gilgeous Alexander fue su decimotercera con más de 40 puntos en esta temporada, reafirmando su candidatura al MVP y afianzando a los Thunder como los nuevos líderes del Oeste con un récord de 65-14.
Con ese triunfo, la franquicia selló la mejor temporada regular de su historia, superando el 64-18 conseguido en 1995-1996, cuando aún eran los Seattle SuperSonics.
Los Lakers pierden a Doncic… y se desmoronan
Hasta la jugada de la polémica, Doncic sumaba 23 puntos, cinco asistencias y tres rebotes. Había sido clave para acercar a su equipo con una jugada individual y un tiro en suspensión que puso el 108-107 a favor. Todo indicaba que los Lakers estaban listos para cerrar con fuerza.
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Pero su expulsión dejó un vacío difícil de llenar. “No fue contra el árbitro, estaba gritándole a un fan. No entiendo por qué me sacaron”, se quejó Doncic camino al túnel.
Su frustración parecía compartida por LeBron James, quien terminó con 28 puntos, siete rebotes y tres asistencias, y por Austin Reaves, que sumó 24 unidades.
La defensa angelina se descompuso y los Thunder lo aprovecharon con eficacia quirúrgica: 50% en tiros de campo y un tremendo 48% en triples (18 de 37). Además de Shai, Jalen Williams anotó 26 puntos, Luguentz Dort metió 17 y Cason Wallace sumó once desde la banca. Alex Caruso, también suplente, agregó nueve unidades y tres robos. El ex Laker volvió a brillar, esta vez como rival.
Con este resultado, OKC asegura el primer lugar del Oeste y tendrá ventaja de campo en los playoffs hasta unas hipotéticas Finales de Conferencia. Los Lakers, en cambio, complican su camino al acceso directo a la postemporada. Ya no podrán alcanzar a los Rockets en la segunda posición.
Y no hay tiempo para lamentos. Menos de 24 horas después, este miércoles, visitan a los Dallas Mavericks en un duelo cargado de morbo: el regreso de Doncic a la ciudad donde lo vieron brillar antes del mega traspaso que lo llevó a Los Ángeles a cambio de Anthony Davis.
